AL FIN DEL MUNDO.
La estación (también llamada “del Fin del Mundo”) del Ferrocarril Austral Fueguino, o el Tren del Fin del Mundo, como lo llaman, está a 11 kilómetros de Ushuaia, por la ruta nacional 3, adentrándose en el Parque Nacional Tierra el Fuego. Con frío, nieve, viento, lluvia o sol, todos los días salían, se subían a los vagones donde eran engrillados y partían hacia el bosque a trabajar. Duro trabajo el de leñador, sobre todo con las inclemencias del clima, pero allá iban, contentos, porque esas salidas eran lo más parecido a la libertad que podían vivir.segui leyendo haciendo clic aqui:http://www.rieles.com/front/?p=25597
HISTÓRICO TREN DE PARQUE AVELLANEDA.
Algo está sucediendo en el parque Avellaneda. Un aire de nostalgia recorre uno de los pulmones verdes más grandes de la ciudad. “¿Será que vuelve a funcionar?”, se preguntan grandes y chicos, expectantes. Héctor Bunevcevicy y Enrique Quatrini ensayan una sonrisa cuando los rumores llegan a sus oídos. Sus manos engrasadas están inmersas entre los engranaje del trencito Expreso Alegría. Con un arduo trabajo, los hombres ponen a punto la histórica formación para volverla a la vida después de nueve años. El popular trencito del parque Avellaneda, que no es cualquier trencito, comenzó a funcionar en 1936 en el extenso jardín tras un breve paso por el zoológico municipal. Y con los años se convirtió en un ícono para generaciones de vecinos y turistas que lo disfrutaron. A lo largo de su recorrido, y durante 15 minutos de viaje, los pasajeros podían pasear, de manera gratuita, por todos los rincones históricos y naturales del parque.segui leyendo haciendo clic aqui:http://www.rieles.com/front/?p=25613
La estación (también llamada “del Fin del Mundo”) del Ferrocarril Austral Fueguino, o el Tren del Fin del Mundo, como lo llaman, está a 11 kilómetros de Ushuaia, por la ruta nacional 3, adentrándose en el Parque Nacional Tierra el Fuego. Con frío, nieve, viento, lluvia o sol, todos los días salían, se subían a los vagones donde eran engrillados y partían hacia el bosque a trabajar. Duro trabajo el de leñador, sobre todo con las inclemencias del clima, pero allá iban, contentos, porque esas salidas eran lo más parecido a la libertad que podían vivir.segui leyendo haciendo clic aqui:http://www.rieles.com/front/?p=25597
Algo está sucediendo en el parque Avellaneda. Un aire de nostalgia recorre uno de los pulmones verdes más grandes de la ciudad. “¿Será que vuelve a funcionar?”, se preguntan grandes y chicos, expectantes. Héctor Bunevcevicy y Enrique Quatrini ensayan una sonrisa cuando los rumores llegan a sus oídos. Sus manos engrasadas están inmersas entre los engranaje del trencito Expreso Alegría. Con un arduo trabajo, los hombres ponen a punto la histórica formación para volverla a la vida después de nueve años. El popular trencito del parque Avellaneda, que no es cualquier trencito, comenzó a funcionar en 1936 en el extenso jardín tras un breve paso por el zoológico municipal. Y con los años se convirtió en un ícono para generaciones de vecinos y turistas que lo disfrutaron. A lo largo de su recorrido, y durante 15 minutos de viaje, los pasajeros podían pasear, de manera gratuita, por todos los rincones históricos y naturales del parque.segui leyendo haciendo clic aqui:http://www.rieles.com/front/?p=25613
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